La Asociación de Talleres de Madrid (ASETRA) ha aprovechado la apertura de una consulta pública por parte del ayuntamiento de la capital -en el marco de su IV Plan sobre Gobierno Abierto- para denunciar el impacto negativo que la creciente presión normativa municipal tiene sobre la viabilidad económica de los talleres, especialmente en el ámbito del conocido como Madrid Central y sus Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).
La organización que representa a los talleres madrileños ha animado también a las autoridades de la ciudad a ser más sensibles con las características del servicio que los reparadores prestan a los vecinos de la ciudad y a los automovilistas que procedentes de toda la Comunidad de Madrid entran en ella a diario a la hora de regular materias como la calidad del aire o la movilidad urbana. En este sentido, ASETRA ha recordado al Ayuntamiento de Madrid la importante contribución del mantenimiento responsable de los vehículos a la seguridad vial y su eficiencia medioambiental, así como al dinamismo económico de la ciudad garantizando la movilidad de personas y mercancías, la creación de riqueza y empleo, y su aporte a las cuentas públicas debido a la carga impositiva que soporta su actividad.
Entre los argumentos esgrimidos por la asociación destaca el relativo a la realidad actual del parque de vehículos de la ciudad, muy envejecido, en un contexto de crisis económica que no ayuda a que familias y empresas se animen a renovar los coches, motos, furgonetas y vehículos industriales que hoy por hoy circulan por Madrid. Se trata de vehículos entrados en años, muchos de ellos sin distintivo ambiental: un tercio de media en toda la ciudad y casi dos tercios en los distritos de economías familiares más modestas, que se elevan al 60% en el segmento de las motos.